Pinocchio se pelea con sus compañeros y es encarcerado después de que ha herido uno de ellos

Cuando llegan a la playa Pinocchio se entera que los compañeros le tendieron una trampa. Nunca había un tiburón por ahí y todos se ríen de él. La muñeca no puede comprender porque le hicieron esto hasta que uno se lo explica. En su opinión es demasiado disciplinado y por lo tanto se ha bien merecido que se burlan de él. Se arma una pelea. Todos los chicos tratan de pegar Pinocchio con sus libros, pero él evita todos los golpes.

Se arma una pelea. Todos los chicos tratan de pegar Pinocchio con sus libros, pero él evita todos los golpes. Después de que la han probado miles de veces ocurre la desgracia. Uno de ellos pega por decuido otro. Todos se asustan y escapan, menos Pinocchio, que se queda al pie de su camarada y trata de reanimarle. Mientras está ahí, llegan dos policías que creen, que el es el culpable de lo que ha ocurrido. La muñeca trata de explicar todo, pero le obligan a seguir a los dos policías a la cárcel.

En el camino se da cuenta que ha perdido su gorra y pregunta si puede volver a recogerla. Los policías consienten. Pero cuando Pinocchio llega a la playa no recoge su gorra, sino se escapa perseguido de un perro feroz. Los dos corren hasta la ribera del mar y Pinocchio se arroja al mar. El perra en su celo le sigue y olvida que no sabe nadar, bebe agua y crita socorro. La muñeca decide de aiudarle y el perro, una vez salvado, promete de recompensarle en el futuro por esta ayuda. Pinocchio sigue nadando al lado de la ribera pero es atrapado en una red de un pescador, que le toma un pez. Il pobre desgraciado trata de explicar el malentendido, pero el hombre hambriento no se deja convencer y se pone a echarle en la sartén.