18.2 La concordancia de los tiempos, si el verbo introductorio exige el indicativo

Hay dos situaciones muy distintas en la concordancia de los tiempos / discurso indirecto. El verbo introductorio está en un tiempo del presente o el verbo introductorio está en un tiempo del pasado. El uso de los tiempos depende del tiempo en el cual se encuentra este verbo introductorio. Si el verbo introductorio se encuentra en un tiempo del presente se usa los tiempos de la misma manera que se los usa fuera de la concordancia de los tiempos / discurso indirecto (vea tiempos). Si el verbo introductorio está en un tiempo del pasado los tiempos pierden su función orginal y todos los tiempos retroceden un escalón en la cronologia temporal.

a) Lui dice / sa: "La machina non è ancora stata riparata."
El dice / sabe: "El coche no está reparado todavía".
b) Lui dice / sa che la macchina non è ancora stata riparata.
Él dice / sabe que el coche no está reparado todavía.

Como demuestra este ejemplo no hay ninguna diferencia entre una simple frase afirmativa y el discurso indirecto (la frase a) / concordancia de los tiempo (la frase b) si el verbo introductorio está en un tiempo del presente, en ambos casos es "..è ancora riparata...". Pero si la frase comienza con un tiempo del pasado (passato remoto, imperfecto, trapassato prossimo, passato prossimo*) hay una diferencia en los tiempos.

*Vamos todavía explicarlo varias veces. El passato prossimo, que corresponde al pasado perfecto (he ido) en español, es, muy al contrario al español, un tiempo del pasado.

a) Lui disse / sapeva: "La machina non è ancora stata riparata."
Él dijo / sabía: "El coche no está reparado todavía."
b) Lui disse / sapeva che la macchina non era ancora stata riparata.
Él dijo / sabía que el coche no había estado reparado todavía.

Ahora vemos que hay un cambio de tiempos. La frase está en presente en la frase afirmativa ("...è stata riparata...") pero en el imperfecto en el discurso indirecto / concordancia de los tiempos ("...era stata riparata..."). Se puede aprender un par de reglas, pero igualmente se puede tratar de entender este cambio. Lo último es más fácil. Miremos estas frases. (En cuanto se refiere a los hispanohablantes hay evidentemente una tercera posibilidad. Simplemente no comerse el coco por esto, porque funciona como en español, basta por lo tanto traducir del español al italiano. Sin embargo es útil de comprenderlo, porque esto le podría ayudar al aprender una lengua no románica.)

Él come una torta.
Él lee un libro.
Él le escribe una carta.

En una frase afirmativa normal el ancla alrededor del cuál hay que situar los acontecimientos en el espacio temporal es el presente del locutor o de la persona que imagina los acontecimientos. Esto sucede con las frases arriba, que son simples frases afirmativos. Esto es más evidente todavía si se trata de un diálogo.

A: ¿Tienes dinero todavía?
B: Si, hoy por la mañana me he ido al banco.


A y B se encuentran en la misma temporada. La pregunta de A se refiere al presente y la respuesta que da B describe un acontecimiento que, visto de este presente, que es el mismo para ambos, ocurrió en el pasado. No cambia nada a esta lógica, si leemos una novela cuyo trama ocurrió completamente en el pasado. El ancla sería el presente del locutor y en relación con este ancla hay que aclarar, si los acontecimientos ocurrieron antes, al mismo tiempo o después de ser contados o imaginados. Lo que tenemos que ver es que a partir del momento que el locutor cuenta o se imagina solamente lo que otra persona cuenta o se imagina el ancla es el momento en el cual esta última cuenta o se imagina algo, sea el verbo introductorio en un tiempo del presente o sea en un tiempo del pasado. Pero si el verbo esta en un tiempo del presente, tanto el que cuenta / se imagina lo que otro cuenta / se imagina como el que cuenta / se imagina están en la misma temporada y por lo tanto no hace falta reajustar los tiempos alrededor del ancla. Pero si el tiempo introductorio está en un tiempo del pasado, la situación cambia dramaticamente. En este caso el que cuenta / se imagina lo que otro contó / se imaginó no están en la misma temporada. El ancla retrocede un escalón y por lo tanto todos los tiempos también tienen que retroceder un escalón. El presente se convierte en un imperfecto, el pasado perfecto se convierte en un plusquamperfecto etc.. Comparemos estas dos situaciones.

Frase afirmativa
No tengo más dinero.
  Non ho più soldi.
La frase introductoria está en un tiempo del presente
  Él sabe, que ella ya no tiene dinero.
  Lui sa che lei non ha più soldi.


En este caso el que cuenta lo que otro sabe se encuentra en la misma temporada que él que lo sabe. El ancla es el momento en el cual el otro lo sabe, pero como él que cuenta lo que el otro sabe esta en la misma temporada que él que sabe, no hay ninguna ninguna diferencia entre una frase afirmativa y el discuros indirecto / concordancia de los tiempos en este caso. Pero si el verbo introductorio está en un tiempo del pasado la situación cambia.

Frase afirmativa
Ya no tengo dinero.
  Non ho più soldi.
El verbo introductorio está en un tiempo del pasado
  Él sabía, que ella ya no tenía dinero.
  Lui sapeva che lei non aveva più soldi.


¿Qué pasó? Alguien cuenta en el pasado lo que otro sabía en el pasado, o sea en una epoca anterior al presente del locutor. El locutor no está en la misma temporada y como el ancla es la temporada en la cual se encuentra la persona de la cuál se habla, hay que reajustar los tiempos. Rarísimo ¿no? Algo tan simple se convierta en un problema cuando se lo analiza. De esto se puede por lo menos sacar la conclusión de que muy a menudo más vale no analizar las cosas. Pero si todavía se puede aclarar la situación con un pequeño ejemplo se puede también analizarlo. Miremos esta frase. Otra vez hay nuestro Andrés ficticio que suelta el viernes esta frase divertida.

Mario creyó (el miércoles), que Juan se había quebrado (el lunes) una pierna.

El ancla para el acontecimiento (quebarse la pierna) es el miércoles, el momento en el cual se encuentra Mario y no el viernes, el momento en el cual se encuentra nuestro gracioso Andrés. El miércoles es el momento en el cuál alguién creyó algo, el ancla para los acontecimiento es por lo tanto el miércoles. O sea si Mario lo cuenta el miércoles puede decir esto.

Creo que Juan se quebró una pierna.

Pero si Andrés cuenta el viernes lo que Marío contó el miércoles hay que respectar la cronología. Primero Juan se quebró una pierna, después Mario creyó que Juan se había quebrado una pierna y por último Andrés cuenta que Marió creyó que Juan se había quebrado una pierna.

Otro ejemplo con nuestro gracioso Andrés, que siempre trabaja a escondidas, aunque es él que nos revela lo que la gente dice, piensa, cree y anhela.

viernes: Juan viene.
Andrés cuenta el contecimiento el miércoles y Mario se lo imagina el miércoles
a) Mario cree, que Juan viene.
Andrés cuenta el acontecimiento el viernes
b) Mario créia que Juan vendría (iba a venir).


Para ver que el ancla es el momento en el cual se encuentra la persona de la que se habla (o sea no Andrés sino Mario) este ejemplo es más adecuado. Si Mario y Andrés están en la misma temporada (el miércoles), no hay una diferencia entre una frase afirmativa y el discurso indirecto / concordancia de los tiempos. Aunque el ancla es la temporada en la cual está Mario, esto da igual, porque Andrés está en la misma temporada. Pero si nuestro amigo ficitico Andrés cuenta los hechos el viernes, hay un cambio radical y notamos claramente, que el ancla es el miércoles y no el viernes. Desde el punto de vista de Andrés el acontecimiento ocurrió en el pasado (Si Andrés lo contara directamente, diría "Juán vino el viernes"). Pero desde el punto de vista de Mario se trata de un acontecimiento en el futuro (visto del pasado) y si Andrés cuenta lo que Mario creía el ancla es el miércoles. Hay que utilisar por lo tanto el condicional I que describe un acontecimiento en el futuro desde una perspectiva del pasado.




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