Este capítulo se hizo un poco largo, porque si se lo piensa bien, las conjunciones son más complicadillas de que que aparecen a primera vista. Esto se debe a quatro hechos.
1) Son complicadillos de un punto de vista téorico, porque la misma palabra puede ser conjunción, préposición adverbio y incluso puede tener aspectos de un pronombre. De manera tan cruda no lo encuentra en ninguna gramática y por lo tanto tenemos que discutir un poco sobre esta afirmación, porque usted seguramente cree que todo lo que ha aprendido en la escuela, así es la gente por todas partes, es la verdad pura y él que dica otra cosa está chiflado. Pero miramos por ejemplo la palabra 'después'.
a) Después de la cena voy al cine.
b) Después de que se lo dije estaba enojado.
c) Lo hago después.
En la frase a) después es una prepósicion, define un espacio temporal en relación a un sustantivo. Es lo que suelen hacer las preposiciones, establecer relaciones temporales, espaciales, adversativas, concesivas etc. entre objetos. El caso de b) es completamente distinto. Ahí después es una conjunción, establece una relación temporal entre una frase principal y una frase subordinada. Por último tenemos el caso c), ahí después es adverbio, lo que es bastante obvio, si no hay ningún objeto, tampoco es posible de establecer la relación entre dos objetos, esto sería como si el Papa hablara de hacer el amor. Pero si miramos la cosa más de cerca, vemos que es más complicado, porque en c) 'después' también tiene algo de pronombre. Lo hago después no significa lo hago más tarde. Lo hago después significa que lo hago después de algo. El algo va incluído en el después. Todas estas explicaciones pueden aparecer muy teóricas y de poca relevancia para la vida práctica. Sin embargo pueden ser relevantes, porque muy a menudo una lengua tiene la misma palabra para el pronombre, la conjunción y el adverbio y la otra no y entonces hace falta que se sepa distinguir.
2) La segunda dificultad es el hecho que muy a menudo la traducción de una conjunción depende del contexto. Dicho de otra manera una conjunción española puede tener una intersección común con una conjunción italiana sin que esto signifique que se correspondan siempre.
3) Este es el punto más importante desde un punto de vista didáctico. Hemos tratado de presentar todas las conjunciones con un valor semántico similar juntos. Si hay una diferencia de matiz o si solo significan la misma cosa en un determinado contexto hemos tratado de destacar la diferencias que existen.
4) Conjunciones que expresan inseguridad, finalidad, esperanza etc. exigen el subjuntivo, la regla general vale para todas la lenguas románicas. Sin embargo hay conjunciones que exigen el subjuntivo en italiano, pero no en español y al revés.