Dante Alighieri

Dante Alighieri nace en 1265 / 1266 (el año exacto se desconoce) en Firence y murío en 1321 en Ravenna. Es sin duda alguna el poeta mejor arraigado en el sistema educativo italiano y el más sostenido por el estado italiano. La Divina Commedia, su obra principal, decir obra maestra nos cuesta un poco, se enseña tres años en los colegios italianos, un año el infierno, un año purgatorio y finalmente el paraíso. Llegado al paraíso la mayoría de los alumnos se ha enterado que el paraíso es un lugar aburridísimo y que más vale ir al infierno. Para resumir se puede decir que la Divina Commedia es un conglomerado en tercetos de todo lo que había leído Dante en su vida, o sea toda la mitología greca y la obra de Tomás de Aquino. Para ilustrar pecados de todo tipo presenta también alrededor de seiscientas personas históricas. Sus ideas son, digamos, un poco crudas, mucho racismo, dogmatismo religioso y intolerencia, o sea todas las ideas que gente frustrada suele tener en la cabeza. Hemos reescrito el Don Quijote de Miguel de Cervantes, tratando de escribirlo tal y como Cervantes lo habría escrito, si hubiese podido escribir lo que quería sin terminar en la hoguera. Don Quijote reloaded En esta versión también aparece Dantecillo, tan frustrado como era en la vida real. Su frustración se debe en parte al conflicto que caracteriza la Italia medieval, la lucha por el poder entre los güelfos (seguidores del papa) y los gibelinos (seguidores del imperador). No vale la pena de comerse el coco para saber exactamente quiénes son los güelfos y quiénes los gibelinos. Se trata simplemente de dos grupos en lucha por el poder, unos prefieriendo deshacerse de la influencia de la iglesia con la ayuda de los distintos imperadores, y aniquilando de paso los seguidores del papa, y los otros, que preferían que el papa les libera del imperador, aniquilando el partido del imperador. En vez de escribir tranquilamente su Divina Commedia, obra que nadie hubiese leído y que por lo tanto no le habría hecho ningún daño, se metió en la política de su ciudad natal, Firence, y fue finalmente desterrado. De esto aprendemos que vale la pena meterse en política, pero solo si se trata de algo realmente importante. Sea como sea, por su posición fundamentalista la Divina Commedia le gusta mucho al papa y igualmente a los filólogos, que en el fondo son filolocos, gente que ama la locura, o sea gente que se ocupa con mucho gusto y con gran celo de cosas completamente irrelevantes. Y Manuel Serrat puede cantar miles de veces las coplas famosas de Antonio Machado, siempre habrá gente de este tipo.

En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra…

El caso de la Vita Nova, de la cual presentamos dos sonetos aquí, es distinto. En la Vita Nova Beatrice es una mujer (en la Divina Commedia se convierte en un símbolo de la teología) y Dante habla de experiencias reales y personales (en la Divina Commedia trata de hablar sentado bajo un olivo en la Toscana sobre el paraíso, lugar donde no había estado nunca y sobre el cual no tiene nada que decir). La tragedia comienza más tarde, cuando comenzó a atiborrar su cabeza con Tomás de Aquino.







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